viernes, 7 de agosto de 2009

Tierras bajas

Echos añicos mis juguetes
duermo viendo solo oscuridad;
debajo de las piedras del campamento
no se puede esconder la salvación...

Hay un peso enorme sobre las pestañas
empujando el cuerpo al sepulcro,
y los hombres no son mas que hombres,
y un respaldo es imprescindible.

Vivir es sentir un hambre famélica
y solo tener vidrio molido para comer
mientras que en las lomas
los otros se visten de plata
y juegan con sus carrozas de fuego,
recogen doncellas inocentes,
compran sus verguenzas,
y venden su mierda con interés
a los ávidos habitantes del inframundo
dispuestos a comprar lo que sea
solo por vivir, dicen ellos, fortuna.

Esta calle nos asombrara con su basura,
parque de atracciones horroríficas;
la tierra sabe a recuerdos de la infancia,
el agua sabe a falta de sabor.

Residuos de alimentos de veloz ingestión
son las cenas en depósitos municipales
donde "mal estado" llega a ser una frase
sin sentido, mentirosa y olvidada.

Otra vez cantaremos.
Alguna vez volvereos a vivir
tierras arriba
y comeremos.

No hay comentarios: