martes, 7 de julio de 2009

Tantas Cosas





No hay lógica que logre enterrarme
otra vez en el arpón del dolor
una vez más; aunque no hallé la fórmula
para mandar al otro mundo los recuerdos
en un cofre los deposité como escondite,
sin mas que hacer ¿qué hacer?

Y sin embargo hoy desperté
soñando muertes, tragedias,
dolores y toda cosa ajena, o quizas...
Un cigarrillo veo entre mis manos
es la marca de la maldición,
de generación en degeneración,
que me impusieron Eva y Adán.

Hoy desperté soñando mieles con veneno,
mediodías eternos bajo un sol que arde
como el mismo fuego de los hornos Babilónicos;
sacos llenos de cuerpos desmembrados
que posaron en sus rostros
como un tímido y sombrío adorno:
una lágrima de dicha
y una sonrisa desfigurada y solitaria.

Hoy desperté soñando con ojos
que miraban a través de las ventanas,
con paredes que caian y mataban,
con guerras que se consumaban en la mente
de aquellas pobres gentes
a las que el delirio nauseabundo de la muerte
perseguía de lugubre manera
hasta hacerlos dormir entre sus piernas.

Hoy desperté soñando con misterios ínfimos,
nimiedades personales, dificultades
superadas, acaso cierto, por la experiencia
de mi conciencia y engaños de la hipócrita
actitud de mil amigos;
!de mil amigos entre mis amigos!
no hay uno solo que me asista
y que crea en verdad en su amistad.

Hoy desperté soñando con engaños
que nunca se consumaron y que son
la causa de la rabia que escondo
detrás de mi mirada de asombro
y mis sonrisas torpes como algas
ocultas en el alias enfermizo
del poema de un joven
que escribe con palabras y acciones
la cura a inefables sensaciones
y frenéticas sanciones pacifistas
a segundas personas que no existen.

Hoy soñe que, en el infinito y extraño andar del tiempo,
abrí los ojos intentando entenderlo
y al estirar las manos y las piernas
y ponerle un cordon al pensamiento,
soñe, que estaba despierto.

1 comentario:

@reo dijo...

que manera mas original de plantar la formas de autodestruirse del hombre