miércoles, 19 de enero de 2011

Para Elisa...

Hace años que le escribí este poema a una joven belleza que llenaba mis ojos. Pues al tenerlo tanto tiempo conmigo he decidido compartirlo. Realmente pensé mucho en ella y le escribí otro poema, el cual publicaré mas tarde o mañana. Este poema habla de un encuentro corto y de todo lo que pense despues de solo dirijirle un, ya lo se, simple y estúpido saludo desde mi lado de la calle. Ahí vá:


Tiré pared trás pared
buscando el portal.
Del otro lado del espejo
hallé un mar y un cielo
de sonrisas interminables,
una imagen
en una galería llena de imágenes iguales.

Tu mano
me reconoció
con un saludo...
¿Te quemaba un recuerdo? ¿Tus reflejos?
No lo se!

Tus ojos
se me perdieron
en el horizonte infinito
de la locura
y ahora duermen,
en algun lugar extraño.
Nunca supe leer tu mente!

En el egoismo puro
de mi añoranza platónica
vi espejísmos: Tú, mi deseo;
Tú, mi ambición.

Cerré mi mente y dirigí un lamento
a alguién que ya no estaba
y que no recordaba mi nombre
así como yo el suyo;
entonces comprendí
que esta canción
era mía y no Tuya...